El boicot se encuentra todavía en pleno efecto, pero el jefe de redacción no ha cambiado de opinión. Mientras tanto Mashiro y Azuki continúan sus reuniones sin embargo, sigue siendo feliz torpe en el hospital. Al ver cómo el trabajo duro Mashiro y Takagi, Miura hace una última petición desesperada de influir en el jefe en la reanudación TRAMPA pero finalmente falla. Al final Mashiro y Takagi muestran el jefe el trabajo que han hecho hasta ahora, la gestión de convencerlo con sus agallas.